Cuando algo se acabó, se acabó. Y ya está. Es triste, es "una lástima", pero es lo que hay. Y no sirve de nada alargarlo o, como ha sido mi caso, repetir para intentar cambiar lo ocurrido... El caso es que si se acabó, se acabó. Y punto pelota (como dice alguien que ahora no recuerdo).
Yo debo ser muy pragmático, o estoy caliente (que no calentorro), pero el caso es que ahora mismo lo veo todo muy clarito. No debería haber vuelto con él. Y no significa que me arrepienta -más que nada, porque si empiezo a pensar en que debería arrepentirme de lo que he hecho en los úlimos meses, voy listo con la depresión-, si no que pienso que todo ha sido un accidente.
Un accidente afortunado. O Serendipity. Porque si no hubiera sido porque quería estar cerca de él, ahora no estaría trabajando en EFE y en Onda Cero a la vez (¿no lo había dicho antes?), y no estaría cerca de mi mejor amigo -quien, por cierto, me ha dicho que no ha sido tan malo lo de cortar con él, que no he desperdiciado dos años porque, al menos, he encontrado esos dos trabajos y la cercanía con él...-.
En fin, que con esas estamos. No quería inaugurar mi perfil hasta no tener la cabecera, pero no ha habido más remedio, por necesidad de ser invisible...
Bienvenido sea (si no me lo dice nadie, me lo tendré que decir yo, no?)
Un placer haber compartido un rato de lectura con vosotros. Pasad muy buena noche. Adiós, adiós... (es como me despido en la radio, no es que esté loco del todo...).
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