lunes, 11 de abril de 2016

Instrucciones para quitarse los calzoncillos

Hace unos años escribí este texto para ayudar a una amiga que tenía un ligue le dijo "ven a casa a quitarme los calzoncillos, que yo no sé". Lo que comenzó como una frase para ligar se convirtió, porque somos un poco pérfidas, en un texto cómico que, mucho tiempo después, considero que fue el primer texto íntegramente cómico que escribí. 

Hace como dos días me acordé de él y no sabía cómo ni dónde publicarlo. Luego me acordé de que tenía un blog y... Bueno, este es el resultado. No lo he corregido ni modificado de como lo escribí hace más de 10 años, así que espero que seáis benévolos. Sin más dilación, comienzan las: 

INSTRUCCIONES PARA QUITARSE LOS CALZONCILLOS


Manual para los jóvenes que quieran adentrarse en el mágico y fascinante mundo de esta asombrosa prenda de ropa interior masculina.

     Bienvenidos al fantástico mundo de los calzoncillos. Con este sencillo manual aprenderemos a deshacernos de ellos con gran facilidad, lo que nos hará poder disfrutar de todo un nuevo mundo de sensaciones.

Paso nº 1: Asegurarse de que uno lleva puestos unos calzoncillos. Un calzoncillo es esa cosa que nos sujeta los genitales a los hombres y que tiene cuatro formas convencionales:
-          Slip: El clásico “fardahuevos” que sujeta las partes nobles y las mantiene bien pegaditas a la entrepierna. El preferido por los padres y personas adultas en general, sobre todo blancos y de algodón
-          Boxer clásico: De camal ancho, para hombres que necesitan tener libertad  en sus partes íntimas. También es conveniente para adolescentes que tienen una gran capacidad de “estimulación”.
-          Boxer ajustado: Variante del Boxer clásico que cumple la misma función que el slip (mantener las cosas quietecitas y sin zarandeos), pero que es mucho más estético y agradable a la vista.
-          Tanga: El más atrevido (y también el más incómodo). Se trata de una pieza minúscula de tela que tapa lo justo y que se mete por la raja de las posaderas. No es muy cómoda ni estética. Más bien queda de lo más ridículo y sólo se les permite a los Strippers (también llamados “Boys”) porque se los quitan en muy poco tiempo y tienen un cuerpo por el que se les perdona hasta que lleven eso tan hortera.

Paso nº 2: Asegurarse de que sólo se llevan puestos los calzoncillos en la zona de la cintura hacia abajo. Los pantalones dificultan en gran medida la faena de quitarse los calzoncillos, puesto que con ellos puestos es más difícil maniobrar (si no se sabe uno quitar los pantalones, consultar pág.25, “cómo reconocer y quitarse los pantalones uno mismo”). Los calcetines, por su parte, quedan de lo más irrisorio en un hombre que se va quedar sin los calzoncillos, así que hay que asegurarse de que también están fuera del cuerpo (pág. 14 “Cómo deshacerse de los anti-eróticos calcetines en tres sencillos pasos”).

Paso nº 3: Si estás leyendo esto es porque:
a)      Siempre ha sido algún familiar el que te ha quitado los calzoncillos
b)      Nunca te has quitado los calzoncillos.
   Si te encuentras en el caso a), continua leyendo. Si, por el contrario, tu caso    
es el b), mejor que sigas leyendo esto cerca de una ducha porque cuando te quietes los calzoncillos parecerá como si le quitases el envoltorio a una magdalena y necesitarás una buena ducha, ¡estropajo Scotch Brite incluido, cerdo!

Paso nº 4: Después de la segmentación de los lectores y de la elección del sitio adecuado para  la extracción de los calzoncillos, pasaremos a la primera lección práctica: Colocar las manos las caderas de forma que las yemas de los dedos toquen la goma que mantiene sujeto el calzoncillo a la cintura (si en lugar de goma encuentras algo que no cede, es que aún no te has quitado los pantalones, así que haz el favor de no hacerte el listillo e ir a la pág. 25).

Paso nº 5: Con un suave y lento movimiento, introducir las yemas de los dedos por debajo de la goma elástica del calzoncillo, despacio y con delicadeza. (Si notas una rascada que duele, es que no te has cortado correctamente las uñas, cosa que, aparte de ser una guarrada, puede hacer que sangres, que no sería para nada agradable y podría, además, causarte un trauma y no llegar nunca a conseguir quitarte sólo los calzoncillos; pero eso es cuestión de psicología y traumas, que no es la jurisprudencia de estas instrucciones). Cuando hayas introducido las yemas dentro del elástico del calzoncillo, puedes pasar al paso siguiente.

Paso nº 6: Una vez introducidas las yemas, procederemos a empujar el elástico para que quede despegado de nuestra piel (si llevas slips, hay que tener mucho cuidado con no estirar demasiado porque puede ocurrir que no quede suficiente espacio para que se cobijen nuestras partes y obtengamos como resultado un tremendo dolor en la zona genital; esta advertencia se hace muy importante en los tangas, ya que la pieza de tela es menor y, por consiguiente, mayor es el dolor).

Paso nº 7: Una vez separado el elástico de la piel, procederemos a bajar el calzoncillo hasta los tobillos, con un movimiento rápido y firme: Se agarra fuertemente el elástico y se baja la espalda con los brazos en tensión y sin doblar las piernas, hasta que los nudillos de los dedos pulgares toquen el hueso del tobillo (hay que tener cuidado con el estado del pene en ese momento preciso, puesto que no sería raro hacerse daño en la cara si tuviéramos una erección, con lo que nos dolería tanto la zona de la cara en la que nos hubiéramos clavado el miembro como el miembro en sí, que todos sabemos que es muy sensible).

Paso nº 8: Después de dejar suavemente el elástico en los tobillos, procederemos a levantarnos para no dejar el culo sacado para fuera, puesto que, aparte de quedar completamente antiestético, realizado en un vestuario masculino o en un lugar atestado de hombres puede dar motivo a que alguien se piense lo que no es y dejarte el trasero nuevo

Paso nº 9: Lentamente levantamos la pierna izquierda (el autor es zurdo y por ello empieza siempre con la pierna izquierda, pero el efecto es idéntico con la pierna derecha) con el pie como si fuera un continuación de la pierna, pera que pase por el camal del calzoncillo sin engancharse, ya que puede hacernos perder el equilibrio, tropezar y caer, con lo que perderemos todo el atractivo conseguido anteriormente.

Paso nº 10: Para conseguir un efecto aún más arrebatador, la pierna que queda dentro de los calzoncillos debe hacer un movimiento que requiere bastante práctica: se levantará cogiendo el calzoncillo con el empeine del pie y con un giro lanzará lo lanzará lejos, grácilmente, para que no estorbe en lo que se vaya a hacer después (ya sea una ducha (muy recomendable si en el paso nº 3 descubres ser del tipo b); un cambio de ropa interior o una relación de pareja).


Con estos sencillos pasos conseguirás convertirte en un auténtico experto en el difícil arte de la extracción de los calzoncillos. ¡Ánimo, campeón! Tú puedes hacerlo.

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