Y es que ya su tagline (frase promocional, para los que no lo sepan) es total y absolutamente denigrante. "Quién fuera hombre". Por el glamour de Dior... ¿A alguien le parece normal?
Pero es que los publicistas de esta campaña no se conforman con eso (esta ha sido su "frase" desde que los Maax salieron a la venta). No, ellos van más allá, con advertiosements como estos:
Algo que, por muy estupendas que sea la chica, está completamente fuera de lugar. Me sorprende que sea yo quien lo diga. Más que nada porque soy un hombre. Pero bueno, quizá por la parte femenina que tengo, me ofende...
Porque no es sólo ésta la campaña. Incluso, se atreven a incluir en ella una escena semi lésbica (para las mentes calenturientas, en seguida lo será, como la que viene a continuación:
Tanto compañerismo, tanto compañerismo... Esas tienen algo que ocultar... Y no me refieroa lo que ocultan las prendas de ropa que llevan.
Pero aún hay más. La campaña no se limita a dos anuncios. Aunque ya os comento que sería suficiente para que las mujeres se levantaran en masa para evitar que este tipo de anuncios existieran...
Aunque no os lo creáis, aún hay más... no sólo se meten con la cara y las formas de actuar de las mujeres, porque hacen los anuncios de tal manera que parecza que desean lo que tienen los hombres, si no que se atreven a meterse con su mente. Vean, vean:
Me parece alucinante que no haya habido ni una sola mujer que no haya dicho nada acerca de este tema... ¿O es que, en el fondo, alguna mujer desearía ser un hombre?
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Bueno, para quien no lo haya averiguado aún -será quien me lea y no me conozca-, estoy de broma. Llevo varios días pensando en cómo podría hacer una post en el que expusiera todas las razones por las que una mujer podría odiar estos anuncios... Y no encuentro ninguna. Así que he optado por la crítica fácil.
La verdad es que me parecen unos anuncios geniales. Y, como tales, creí que debían estar en mi blog. Porque de eso se trata, ¿no? De hacer algo que sea de mi agrado. O que muestre mis gustos.
En definitiva, que ya tengo unos nuevos ídolos publicitarios. Los últimos fueron los de Bravia, que hay que reconocer que son, al menos, originales.
Otro día hablaré más de anuncios. Pero es que con estos me encuentro todos los días, de camino al segundo de mis curro. Y me encantan...
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