sábado, 12 de mayo de 2007

Prueba No superada

Nada. Ni queriendo, puedo estar solo. Hace tan solo unas horas he escrito una entrada en la que decía que me iba a dar un homenaje a mí mismo. Bueno, os voy a relatar cómo ha ido el tema:

Después de andar como media hora hasta llegar al Corte Inglés (mi primera parada), me he encontrado con que lo que yo buscaba, no existía. Así que me he comprado dos pelis ("si compras dos o más, te hacemos un 25% de descuento, ¿lo sabías?).

Y me he ido a la sección de libros, pensando que allí encontraría mi ejemplar de Flanagan que está "missing" en mi casa. Pero no quedaban. Eso sí, me he dado una vuelta por la sección y he visto un libro que, aunque era de un autor americano, se titulaba "La Magdalena". "Chico", me he dicho, "qué gracia de nombre" (porque en Castellón se celebra la fiesta de la Magdalena, pero no trata de eso...) y me lo he comprado.

Justo pagando, una chica ha preguntado "¿tenéis literatura lésbica?" a lo que la dependienta que me atendía, muy amable, le ha dicho "mira a ver si en política y comunicación está y, si no, en literatura erótica, que está justo bajo de la romántica" (algo muy gráfico, dicho sea de paso).

He sonreido (lo de lesbianismo con "política y comunicación" me ha hecho gracia) y la chica que preguntaba me ha mirado (he pensado que mal) y, pensando (yo) que se lo había tomado peor aún, nada más conseguir mi ejemplar de "La Magdalena", me he acercado y le he dicho, con toda la buena intención "oye, que no me he reído de ti, si no que lo de política y comunicación junto a lesbianismo me ha hecho gracia". Bueno, pues casi me invitan a cenar su novia y ella (dos chicas monísimas, por otro lado).

El caso es que, por fin, he conseguido largarme de ECI. Andando, andando, he llegado hasta "La Mafia (se sienta a la mesa)", un restaurante que está justito al lado de Diputación de Castellón (¿indirecta o para que se sienta como en casa?) y que, al verme solo, me han dicho "no, es que tenemos dos mesas, pero preferimos que vengan cuatro o seis personas". Genial. Bien empezamos.

Eso mismo me ha pasado con un par de sitios más (La Judería y Donde Marisa, para ser más exactos. Y me iba hacia "La Kalesa", que siempre me atienden genial (y, repito, quería estar solito); pero por el camino he visto un sitio que ponía "tapas, montaditos y buen vino". Il Fragolino, se llamaba. Y me han dado mesa (por favor, si no te importa, siéntate ahí, al fondo, que así si viene más gente, puede usar la mesa de cuatro...).

Me ha mosqueado un poco, pero como me han dejado cenar (oh, Dior, tengo que agradecérselo y todo), pues me he quedado. Buena comida. Qué digo buena: increíble. Y buen precio. El caso es que, cuando me acababan de servir el "nido de patatas serranas", se acercan unas chicas a la barra y una le dice a la otra "chica, cenamos las dos en la barra". Yo, que soy un caballero, les comento que no, que no lo hagan, que mi mesa, para seis, está más que libre.

Bueno, he acabado cenando con ellas, les he invitado a la cena (solo porque me ha apeteceido) y ellas me han invitado a una copa. Me ha encantado pasar un tiempo con ellas e, incluso, conocerlas. De veras. Pero es que yo quería estar solo esta noche (¿es tan complicado?). Así que me he despedido y me he aventurado en la soledad de la noche.

Me he metido en un bar cercano a donde me habían invitado a tomar una copa, el Spoonful, y he recibido un SMS de una amiga que estaba en Valencia. Que por qué no me había ido con ellos. "Porque no me habéis dicho nada", le contesto. Y, al final, no sé cómo, soy yo el que no quería ir. En fin...

Me he metido en un pub de "ambiente" (teniendo en cuanta que es en Castellón) a tomarme un "Absolut con Sprite". No tenían Sprite. ¿7-up? Tampoco. "Buen bar", pienso.... Bueno, dámelo con naranja. 5 euros.... Ni me lo termino, de patético que era el "ambiente".

Me meto en el "Café Quina". Enfrente de "Lo Nostre" (el ambientado bar, en cuestión). Y no tenían máquina de tabaco. Y yo con 2 cigarros en el bolsillo. Total, que me voy a buscar tabaco ("cuenta hasta cien y ponme un café irlandés donde veas una MUY interesante", le digo a la camarera) y me planto en el Café de Flandes.

Cómo no, me encuentro a Berta y a Xavi (me ha encantado verles, no os creáis). Compro el tabado y se me ocurre pasar por delante de la ventana de El Mundo (Castellón al día).

Mi amiga Yolanda (Iquiri de Fresa) estaba cerrando precisamente hoy. Me ha regalado (o le he robado, mejor dicho) el diario del sábado y el dominical (del domingo, obviamente). Y le he dicho que, si terminaba pronto, que se pasara por el Quina.

En el Quina me he tomado un café irlandés. Simplemente. Me quería poner a leer, pero una chica estaba despotricando (en voz alta) de su novia (o algo así) y, claro, no podía dejar que estuviera solita la pobre. Y le he dicho que no se preocupara (la novia estaba hablando con el ex-novio), que si era bollo, era porque era bollo. Se ha puesto muy contenta. Y me lo ha agradecido.

He ido al Café de Flandes, para tener tabaco para mañana ,porque me dará la pereza. Y estaba todavía Berta con Xavi allí. Y me he puesto a hablar con ellos, porque me han invitado a quedarme.

He de reconocer que Xavi es tan mono que da hasta asco. Pero jamás me acercaría a él. Hay algo que lo hace... intocable. Digámoslo así. No sé, no me gusta. Para nada. Pero son dos personas increíblemente parecidas a mí. Y me entienden. He despotricado un poco y me he reído mucho más.

Me iba para casa. Pero he pensado que, ya que estaba, me pasaba de nuevo por el Spoonful y que la JdP del Ayto me invitara a algo (que para eso cobra lo que cobra). Pero no me han dejado entrar...

Entonces he encontrado un sitio que se llamaba "Vaticano". Y tenía que tomarme algo allí. Música horrible. Cerveza peor que mala. Pero una silla para mí a solas y una mesa, con luz, en la que leer a Hugh Laurie (maltraducido).

A los 5 minutos, SMS de mi hermano: "te encuentras bien? Has ligado? Es que me tienes preocupado". ¿Mi hermano preocupado por mí? That's a first!

Le he contestado y... me ha cortado el rollo (y eso que había conseguido mover el pie izquierdo al ritmo de la música, todo moderno, y leer al mismo tiempo).

Me he empezado a mover hacia casa. Y eso que estaba como a 3 kilómetros (quien me conozca, sabrá que es MUUUUUUY lejos para mí) pero continuaba andando. Tan feliz. En la estación, me he cruzado con el pastor alemán más mono del mundo (y eso que Goran es una preciosidad).

Le he dicho que si me seguía, hoy dormía caliente y me ha gruñido (no sé qué se ha pensado, el muy guarro).

He continuado. Solo. Me he acercado a la BP de al lado de mi casa (eran ya las 3 de la mañana) y, para ver si lo conseguía, le he pedido dos cervezas. Y va y la chica, me ha visto cara de niño bueno (algo que, con la barba que llevo, es imposible) y me da dos y me regala otras dos.

¿Para qué quiero yo 4 cervezas? En fin, que sólo era por demostrarme a mí mismo que nada es imposible (y menos, conseguir alcohol más tarde de las 22 horas, como marca la ley). Pero le he caido simpático.

Llegando a mi casa (por fin, he pensado, un kilómetro en el que puedo estar solito) ¡me he encontrado con las amigas de mi hermano! Iban hacia su casa, pero me han preguntado cómo me había ido la "noche a solas". "Mal", les he contestado (obviamente).

He llegado a casa ("por fin un momento de soledad", he pensado) y mi messenger estaba abierto y, a las 4:50 de la madrugada que son, un tío que quiere ligar conmigo, me ha abierto conversación.

Sinceramente, lo de hoy me parece surrealista. O directaemente MUY increíble.

O quizá es que me pasa como a Susanita (la de Mafalda) y es que MI PROBLEMA DE INCOMUNICACIÓN ES NO PODER INCOMUNICARME.

Porque no me parece muy normal, lo de hoy. ¿Y a vosotros?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ai mare, cómo estás últimamente, pequeño. Pues mira, yo hace un mes que cumplí el cuarto de siglo y aquí sigo, igual, o mejor, mucho mejor creo yo. Con todo más estabilizado en la cabeza, aunque mi mundo todavía esté en los cimientos de su construcción.

Aunque la vida no tenga libro de instrucciones, creo que se puede ir aprendiendo de todo sobre la marcha. Le das a un botón y ves que te equivocas: no pasa nada, le volverás a dar otra vez.

Besos!

Flanagan McPhee dijo...

Es que en casa estaba mi hermanito... Quería estar solo, pero, en el fondo, no puedo estar solo. Se ve. Pero gracias por tu comentario, Donna S. Las chicas, creo, eran hetero (eran dos que no tenían que ver con la literatura lésbica). Eran dos hermanas extremeñas majísimas.
Y fui a comprar tabaco donde mis amigos, no a tomar algo... Si llevaba hasta un libro y todo! Pero bueno, al final fue, lo que tú dices, una odisea nocturna de lo más divertida...

Anónimo dijo...

Holaaa!!!
UY gracias por lo de maja!! tu si que eres majo :-)
Gracias de nuevo por la cena ;-) te hubieramos invitado a la siguiente pero te fuiste. Para la próxima visita a Castellón

Te seguiré leyendo

Un besote.

Javier Sánchez dijo...

Ay McPhee..que además les das tu dirección a la gente que invitas a cenar...ummm...realmente querías estar solo o es que querías conocer a gente nueva? Yo por mi parte paso, me tomo algo y sigo leyendo...me gusta lo que veo.