Filias & Fobias (o a ti... ¿qué te gusta?)

Después de que un amigo me contara las peticiones que recibió en el messenger comencé a preguntarme acerca de las filias de la gente.

Long story short (qué ganas tenía de usar esta expresión, por Dior) había uno que le pedía que se hinchara a cervezas para mearle encima


Tres o cuatro que querían comerle todo lo comestible, con gula y sin necesidad de avisar; y mi preferido (y el suyo, por lo surrealista): uno que le pedía que no se cambiara de calcetines en tres días para después chuparle los pies.

(las caritas sonrientes desaparecieron tras dos días de llevarlos puestos)

Vamos, unas joyas.

Esto, unido a que el otro día, en una discoteca de verano en el Grao, me di cuenta de que he desarrollado una fobia alarmante a las gafas de pasta negras rectangulares (creo que soy el único que la tiene, pero vamos, igual me equivoco), me ha dado pie a que me pregunte también por las fobias de las personas en el mundo (que, unido a las filias, me da pie al título del post).

(con lo bonitas que son estas gafas y yo se las veo puestas al alguien y me echo a correr como alma que lleva el diablo)

Filias a Fobias. Tema peliagudo. Leyendo acerca de las que existen, la verdad es que uno no puede dejar de pensar en lo ralladitos que estamos así, en general.

Aunque luego, te paras a pensar y... bueno, sólo en una de las páginas de contactos que frecuento, la lista de "mis morbos sexuales" es más larga que un día sin pan: afeminados, andróginos, bakalas, bomberos, camioneros, casados, culturistas, delgaditos, futbolistas, hippies... y eso sólo en "tipos de tíos", que continúa con la lista de los "fetiches" y ya alucinas: botas, calcetines, chándals, ¡olores corporales!, máscaras, cuero, ¿náuticos?, trajes, trajes de mujer, zapatillas,... Tantas, que casi mejor que sean otros los que hablen de este tema (que para eso tienen más práctica que yo, ¿no?).

Los morbos y, en grado más elevado, las filias; parece ser, están a la orden del día. Y dándote un paseo por, por ejemplo, la wikipedia, el listado de fobias y filias es tan extenso que hasta marea. Y ya cuando te paras a pensar que si existe una filia es porque alguien (o lo que es más preocupante, varias personas) sienten esa atracción irrefrenable, ya o te da el ataque de risa floja o te encierras en un cuarto a pensar en que el mundo, de verdad, está como una auténtica regadera.

Y es que hay filias y filias. No me parece nada extraño que alguien se sienta atraído por personas de un determinado tipo (morfofilia) o, incluso, a excitarse con baños y duchas calientes (ablutofilia). Pero cuando empezamos a mirar la lista de filias que aparece en la wikipedia, te asustas: que si atracción a lo feo (fermininofilia), atracción a los payasos (coulrofilia) y una de mis preferidas: el picacismo o excitación sexual al introducir alimentos en algunas de las cavidades del cuerpo con el fin de que la pareja los recupere con la boca (alguien ha visto demasiado 9 semanas y media...). En fin, que la gente se excita con unas cosas...

Aunque a veces, tiene sus puntos positivos. Por ejemplo, quien sufra de Harpaxofilia (atracción a ser robado con violencia, que puede ser sexual) tiene la ventaja de que, ya que le están robando y, probablemente, pegándole o empujándole (si no más); tiene un buen orgasmo mientras tanto. Aunque lo que me gustaría sería ver la cara del ladrón... Esto en cuanto a las filias de las que se podría hablar mucho más, pero mejor que veáis el listado vosotros mismos aquí.

Pero además, existen las fobias. Y ahí entramos en un terreno peliagudo. Porque si hay algo irracional es el miedo. Y desde la claustro, la agora o la aracnofobia -tan explotadas en el cine de Hollywood- hasta tener miedo a acostarse (clinofobia) o al viernes 13 (atención, que tiene nombre y es Paraskavidekatriafobia), cualquier miedo es posible. Incluso hay gente que tiene verdadero pánico a que la crema de cacahuete se quede pegada al paladar. Son los araquibutirofóbicos. Pobrecitos...


De hecho, sin llegar a ser patologías clínicas, existe prácticamente cualquier fobia poniendo un nombre y después el sufijo -fobia. Un detalle: la homofobia no está considerada una patología clínica, por más que estén como cabras algunos de los que la padecen...


Por ejemplo, Christina Aguilera, después de esto, habrá desarrollado un poco de Donaldfobia casi con toda seguridad..

(Christina se mosqueó cuando le dijeron que quien le bajaba el corpiño no era Justin Timberlake)

En fin, que parece ser que para gustos, los colores, y para disgustos, también. Sobre todo los que afectan a los demás. Porque no me diréis que un ablutofóbico, que tiene miedo a bañarse, no es desagradable (que se lo digan a algunos que tienen que sufrirlos en el metro).

Menos mal que, en la mayoría de las ocasiones, con una visita al psicólogo, psicoanalista o psiquiatra se pueden solucionar o, al menos, hacer más llevaderas. Si no, pareceríamos todos Melvin Udall.

Finalizo ya, no sin antes dejaros una perla musical, en claro homenaje (plagio) a Vargtimen. Porque yo no tengo ni copiafobia ni mucho menos Lashorasdellobofobia. Ésta la encontré rebuscando entre la música del coche de mi hermano...

¡Hasta pronto!


Flavio Rodríguez - Quitatelaropa