
El viernes estuve de fiesta en una disco de ambiente. Clams, para ser más exactos. Está situada en Castellón, en un polígono industrial, con buen acceso y entrada (los viernes) gratuita. Fue una noche bizarra... Pero ésa es otra historia que ya contaré, si eso. Otro día, cuando me dé el punto.
El caso es que estuve pensando en la discoteca en sí. Quienes sean de Valencia... Bueno, con decirle que es del estilo de Deseo 54, pero más pequeña,
me entenderán. De hecho, yo a veces la llamo Deseo 23. Es decir, lo mismo, pero como más "familiar".
Estuve pensando en qué haría yo si fuera el dueño de una disco de ambiente. Una disco gay. Un Deseo 54, un Arena, un Clams,... Uno de esos sitios que muchos de los del colectivo LGBTTTPA (o como sean las siglas) porque es una forma de ghetto y blablabla. Pero donde los maricas nos lo pasamos bomba. Al menos, este marica que os escribe.
Y pensando, pensando... Se me han ocurrido dos tipos de discos. Hoy hablaré del primero. A ver si así me animo a escribir un poco más...
La Disco Petarda
Una discoteca de ambiente, por definición, está llena de petardas. Puede estar llena de tíos buenos, de modernas, de viejos, de jóvenes, de guapos y de feos. Pero principalmente, todos y todas (las discos de ambiente son lo que tienen, que también tienen lesbianas que se unen a la party) tienen un alma petarda. ¿Por qué no fomentarlo?
En Clams sonaron canciones de las actuales -rollo Gaga, Britney, Kesha, B.E.P., etc.-. Y la gente las bailó. Claro. Estamos hablando de una disco gay. Muchos lo dieron todo. Todo, todo. Pero en el momento en el que todos (y cuando digo todos, digo TODOS, incluso aquellos que se mueven menos que los maniquíes de MANGO) fue con Viaje con nosotros, Bailando, Las flechas del amor (y otros Greatest Hits de la muy gayer Karina) y, por supuesto, la canción de cierre del local: Gracias por venir. En su versión de Lina Morgan y al completo. Como debe ser.
Pero estas canciones sonaron sólo al final de la noche. Y todas seguidas. ¿Por qué no repartirlas? En mi disco gay petarda, estas canciones estarían metidas dentro del repertorio de toda la noche. El DJ de la disco -porque tendría un DJ como toca, no un pinchadiscos que copia la emisión de Europa FM de la tarde- mezclaría A little less conversation con Buscando en el baúl de los recuerdos (estoy convencido de que se puede) y la inefable versión de la Lambada de JLo con, por ejemplo, La Mosca Muerta (o algo por el estilo).
Música para que todos los petardos y todas las petardas puedan soltarse. Donde las más locas podrían desatarse y aquellos que tienen alguna idea de cómo moverse, podrían lucirse sin complejos. Porque habría espacio, claro. Para eso está el aforo. Más vale pocos, pero buenos, que un montón de gente donde nadie puede moverse.
De hecho, mi discoteca gay petarda (aún no encuentro el nombre perfecto, pero me saldrá, estoy convencido) tendría espacio para todo. Imagino varios semipodiums donde aquellos que se sientan gogós, podrían hacerlo. Quien sabe, igual les contrataba. Y un escenario. Un escenario amplio, para que quien quiera, se suba y se sienta estrella por un día.
Lo imagino decadente, con fotos de discos de Karina y Sara Montiel empapelando la pared. Mucho terciopelo granate en cortinas pesadas con cordones dorados. Barras con camareros de peinados imposibles que sonreirían cuando te pusieran la copa y donde los clientes habituales (y los no tan habituales pero especialmente monos) estarían, por supuesto, invitados a un chupito que nos inventaríamos previamente. Que llevaría granadina y sería dulce y muy fuerte. Con limón, probablemente. Y algo alcohólico, claro. Pero exótico. Se llamaría un uptheheat.
En fin, que en mi discoteca gay petarda haría las cosas diferentes. Y, por supuesto, pondría una bola de cristal gigantesca en el centro. Eso da mucho petardeo al ambiente. Y de eso se trata, no? De crear ambiente. Y de que sea petarda.
Ahora me falta el nombre. He pensado en Ladybug. Pero igual es demasiado obvio.
Aunque también me gusta Black Dots (escrito en rojo con lunares negros, para que la gente llegue un día que diga "coño, si eso es una mariquita"). Aunque, puestos a ser petardos, supongo que acabaría llamándola Pink Panther. Siempre me ha parecido un nombre muy de disco gay petarda...

7 comentarios:
Adoro volver a leerte.
Te adoro.
Uuuuuuh... internet se viste de gala para recibir el post anual!
bueno, soy el unico que hace todo eso y mas en discotecas y pubs que no son de ambiente? no es un poco "enghettarse" buscar sitios especificos en los que ser uno mas del monton en lugar de ser unico en un garito normal?
Vaya, pensaba que te había tragado la tierra y resulta que estabas por ahi haciendo cábalas como futuro empresario de discoteca petarda.
Lo de cerrar con el "Gracias por venir" de Lina Morgan, me ha llegado al alma.
NVS: Same to you.
Correhacialaluz: Sí, debes se el único :-P Y lo del ghetto a mí me mola. Así te evitas la duda de "será gay o no?". Es por simplicidad, nada más. Y, además, así me haces gasto en el Pink Panther, nene... Y no es un post anual!! Eres malo...
Varg, el trabajo me tenía secuestrado. Pero ahora que estoy en paro, espero poder escribir más a menudo. Con respecto al "Gracias por venir", es peor de lo que imaginas. Todas las maricas que quedan en la disco, en filas, moviendo las piernas cual vedettes de 3ª. inefable. Yo cerraré con otra, pero será del mismo estilo, seguro :P
El nombre Lady Bug no tiene futuro yo creo.
Y creo que te gusta demasiado la palabra petardo/petarda.
jijijiji
El nombre de Pink Panther es más comercial. Lo apruebo.
Está muy bien esta web. Está llena de contenido muy interesante y de actualidad. Me gusta, sigue así de bien. Un beso
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