
Bueno, pues aquí estamos. Ya pasado un año y, la verdad, no me siento para nada diferente. Bueno, estoy muy contento y tal. Y muy feliz. Ha sido, lo que se dice, un muy Happy Birthday. Mi hermano ha venido, mi familia al completo ha estado a mi lado en mi día, he librado en el curro... En fin, lo que sedice un muy feliz cumpleaños. Pero no me siento para nada diferente. ¿O sí?
Ahora, dos días después de cumplir los 24 -guau, solo un añito para cumplir los 25 y ser "mayor"-, la verdad es que me siento... Igual, pero diferente. No sé si me explico. Veamos... Físicamente, me siento igual (algún que otro malestar de estómago por los excesos del finde, pero es lo habitual en un cumple, ¿no?). Y no he recibido ninguna "inyección" de sabiduría por cumplir un año más. Sin embargo, poco a poco me voy conociendo a mí mismo un poco más. Y, aunque hay cosas que no me acaban de mí -como todos, supongo-, en el fondo, estoy muy contento conmigo mismo y me siento bien como soy. En eso creo que soy diferente, porque igual me he comportado siempre del mismo modo, pero ahora me he dado cuenta, y he podido controlarme, o no. Creo que es eso precisamente lo que hace que me sienta diferente. Bueno, y además, es la primera entrada que escribo con mi nuevo ordenador, así que creo que esto también me hace diferente...
En fin, que bienvenidos, 24. Espero que seáis, al menos, tan gozosos como lo han sido los 23. Que aunque a días no lo parezca, soy muy feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario