El otro día vi El Perfume, una película que, para mí, albergaba sentimientos contradictorios. Por un lado me apetecía mucho verla, pero por el otro, el regusto (o mejor dicho, aroma) que me dejó el libro me hacía pensar que no me iba a gustar. Y ambos sentimientos se han visto confirmados. Ver El Perfume es como leerse el libro... constipado.
Del mismo modo que la novela te transporta los olores de París y casi, casi, hueles las piedras húmedas y a hierba, la película lo muestra, con imágenes y tal, todas muy bonitas e increíblemente bien seleccionadas... pero no hueles lo que huele Jean-Baptiste.
Decían (hace mucho) que cuando inventasen el cine que transmitiese olores, adaptarían El Perfume... Tendremos que esperar, por tanto, al remake para ver la adaptación como toca...
1 comentario:
Yo aun estoy esperando a acabar el libro para ver la peli. Lo empecé hace bastante ya y, por unas cosas u otras, ahi se quedó. De todas formas, tampoco he oído unas críticas massa... más bien no he oído criticas. Pero sabes lo que me va lo visual. Habrá que verla entonces
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